(PRK) es un procedimiento de cirugía ocular con láser que se lleva a cabo con la intención fundamental para corregir la visión de un paciente 抯. PRK cambia permanentemente la forma del tejido corneal frontal usando un láser excimer, que es un láser químico ultravioleta de alta precisión. La capa externa de la córnea (epitelio) se elimina, a continuación, una pequeña cantidad de tejido de la córnea es quemado utilizando el láser. Tal ablación hace que la forma deseada de la córnea y permite la refracción óptimo.
PRK es un procedimiento quirúrgico tecnológicamente avanzada. Por ejemplo, un sistema informático rastrea la posición de los ojos alrededor de 4.000 veces por segundo, la reorientación de pulsos de láser para la ablación precisa. Como se mencionó anteriormente, el epitelio se retira antes de la ablación. Esto no impide la visión del paciente 抯, ya que el epitelio es una capa suave y de regeneración, que es capaz de reemplazar completamente en sí en cuestión de días. Sin embargo, las capas más profundas, una vez quemado, se mantendrá de esa manera debido a que poseen la capacidad regenerativa limitada. Esta teoría es la piedra angular de la intervención quirúrgica queratectomía fotorrefractiva.
PRK difiere de LASIK de una manera que el epitelio se elimina en PRK y se deja regenerar. Por otro lado, LASIK no implica la eliminación del epitelio. En lugar de ello consiste en cortar un colgajo en la córnea con el fin de realizar las incisiones deseadas. En comparación con la cirugía LASIK, un paciente que se ha sometido a PRK experimenta más dolor y la recuperación es lenta. Sin embargo, ambos procedimientos son similares en el sentido de que hacen uso de un láser.
queratectomía fotorrefractiva es un procedimiento viable, pero tiene posibles complicaciones. Además de una lenta recuperación y el dolor, el paciente puede experimentar deslumbramientos y halos. Como en cualquier cirugía refractiva, hay una posibilidad de corrección excesiva o insuficiente. Los cirujanos realizan típicamente PRK en un ojo a la vez, a fin de calibrar los resultados del procedimiento y asegurar su eficacia.
En la mayoría de los casos, PRK ha demostrado ser un procedimiento seguro y eficaz para corregir la miopía. Sin embargo, ya que el procedimiento es irreversible, se recomienda que el paciente consulta a un médico de los ojos en vez de saltar sobre una conclusión.