揟 aquí es again.?I murmuró a mí mismo, frustrado como yo lavé mi brazo.
Cada mañana, durante cinco o seis días en el otoño de 2003, me di cuenta de color rojizo materia pegajosa que aparece en el antebrazo izquierdo y el muslo. Por último, para mi sorpresa y horror, descubrí que el material pegajoso color óxido goteaba fácilmente de mi pezón izquierdo. En la incredulidad, me desplomé en mi silla del dormitorio, remolino con una mezcla de dolor y el miedo. Me quedé mirando la pared blanca en blanco, sintiéndose vacía, distante, desconectada de lo que acabo de 磀 visto. Llamé a mi médico y me dijeron que no era una emergencia, pero sí requieren atención inmediata. Podría ser cáncer.
Después de un examen, el especialista en cáncer de mama hizo una cita para una mamografía y ultrasonido. Se llevaron dos conjuntos de dos radiografías de cada mama y una tercera de rayos x de un área específica de mi seno derecho. En el ultrasonido pude ver el área de mi mama derecha donde se realiza la mamografía 抎 adicional. Había una masa oscura. Después de la biopsia en mi seno derecho, me diagnosticaron un carcinoma infiltrante dúctil, un agresivo cáncer mortal poco frecuente, que forman metástasis en los huesos y los pulmones. Lo siguiente es la muerte. Tenía síntomas tanto de cáncer de hueso y pulmón.
El ultrasonido de mi seno izquierdo mostró un rastro de pequeñas gotas, las masas de mi axila hasta el pezón.揟 su couldn 抰 ser bueno,? Lo que pensaba. Estas masas se frota contra los conductos, causando sangrado y la descarga. Ese fue el material pegajoso color óxido. Mi mama izquierda fue diagnosticado con una enfermedad rara conducto. Mi oncólogo sentido que también tenía cáncer de mama en este. Ella estaba profundamente preocupado y quería retirar inmediatamente la masa en mi pecho derecho y cortó 1/3 o más de mi seno izquierdo.
Incluso antes de estos diagnósticos, ya había decidido que yo no quiero? T cirugía. En mi corazón, realmente didn 抰 creen que iba a vivir a través de una cirugía. Yo prefería un enfoque alternativo. Yo quería una solución, no sólo una solución parcial. Elegí tratamientos Mye-Cell en Puerto Vallarta, México y trabajé con el Dr. Melenie Dunn, NMD en Scottsdale, AZ. Ahora estoy libre de cáncer.
Tengo la creencia confirmado que cada uno de los momentos de la vida 抯 sostienen un propósito y un regalo. Yo no 抰 siempre recuerdo a vivir por estas creencias, pero yo siempre vuelvo a ellos. Yo sabía que esta experiencia particular con el cáncer era una cuestión de confianza. Se trataba de mi capacidad de confiar en mí mismo y en Dios. La lección estaba a punto de darse cuenta, sabiendo con cada respiro y cada latido de mi corazón, que me siento bendecido. Todos lo somos.
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