¿Usted se encuentra viviendo en la culpa de su pasado, incapaz de perdonarse a sí mismo y seguir adelante? ¿Alguna vez ha pensado en la idea de que puede que no sea su culpa? Debemos aprender a mirar con una perspectiva diferente si queremos avanzar siempre hacia adelante y disfrutar de la maravillosa vida que Dios nos da y nos quiere tener tanta libertad. Debemos abrir nuestros corazones y mentes, para alcanzar misericordia, gracia y amor de Dios.
Es nuestra tendencia natural a reproducir grabaciones en nuestras mentes de todos los errores que hemos cometido en nuestras vidas y si esto no fuera suficiente, rebobinar y rebobinar, una y otra vez. Para comenzar a entender por qué nuestras mentes procesan esta manera, en primer lugar debemos darnos cuenta de que el diablo está vivo! Él es el "acusador de los hermanos" y él tiene un plan. Él viene a robar, matar y destruir. El diablo quiere que se sentirá como seres humanos sin valor, que no merecen amor e incapaces de recibir amor. Su único propósito es separarnos de Dios y de su amor.
La misericordia se define como la compasión mostrada en especial a un delincuente. Es una bendición que es un acto de favor o la compasión divina. Dios nos lo ofrece libremente. Él no comprueba nuestra buena lista de escritura (buenas obras), sino que muestra compasión y comprende nuestras fallas y debilidades. Sólo ha preguntar, que confiadamente al trono para recibir su ayuda en nuestra necesidad de tiempo.
Dios también nos ofrece su gracia. Se define como la gracia inmerecida asistencia divina dada a los seres humanos para su santificación. Cuando recibimos a Cristo somos santificados o puestos aparte, por Dios y recibimos el Espíritu Santo. Dios sabía que en nuestro propio poder que no sería capaz de recibir su gracia, así como sus hijos Él nos dio la ayuda del Espíritu Santo. Aunque es posible que no sea donde nos gustaría ser, gracias a Dios, con la ayuda del Espíritu Santo, que no tenemos que permanecer donde estábamos. Todos los días podemos seguir creciendo en el amor de Dios con Su favor a nosotros.
Y el más grande de todos es el amor. (Simpático) la preocupación desinteresada, leal y benévola para el bien de otro es como se ha definido. Sólo cuando comenzamos a entender el amor de Dios por nosotros y lo que dio por nosotros, podemos empezar a recibir su amor. Él dio libremente a su Hijo único, para que podamos conocer su amor. Se permitió que Jesús fuera a la cruz y derramó su sangre, específicamente para nosotros, para lavar nuestros pecados y de quitar nuestra culpa. Jesús ha hecho todo! Actualmente no disponemos de nuestros pecados o nuestra culpa porque Jesús les lavó. Para seguir llevando estas cargas estarían diciendo Jesús murió por nada.
Si sólo nos humillamos, pedir perdón y recibir su misericordia, gracia y amor, Él es sólo para restaurar todo lo que el diablo ha intentado robar. Jesús vino para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.
La culpa ya no le pertenece a usted; dejó ir y vivir en la misericordia, la gracia y el amor de Dios!