Se supone que todas las personas tienen sueños, todos deseamos algo en sus vidas. Incluso si tienen la esperanza de vivir ellos algún día o no, que están al menos distraídos algo. Cualquier persona tiene en su mente y su corazón a su propio mundo secreto. Pero a veces, sucede que estos sueños mueren.
Cuando somos jóvenes, muy jóvenes, acaba de entrar en nuestra vida adulta, tenemos toda nuestra vida ante nosotros y nos parece que cualquier cosa podría ser posible. Soñamos con tener algún día una buena vida:. Vive en una bonita casa, conducir un coche bonito, viajando por todo el mundo
días pasan y vemos nuestros grandes sueños de dibujo lejos de nosotros en vez de entrar nuestras vidas.
Y empezamos a pensar que no somos lo suficientemente digno para recibirlos, que no son capaces de tener éxito, no somos lo suficientemente afortunados para conseguir lo que una vez estábamos deseando tener en nuestras vidas.
A continuación, dejamos de soñar. Nuestros objetivos se convierten en deseos que sabemos que nunca se hagan realidad y nuestro gran sueño se convierte en una especie de soñar despierto, un escondite donde vamos a correr a partir de nuestra realidad. Ya sabemos que estamos destinados a vivir sólo la lucha, problemas e infelicidad.
No soñamos más porque no queremos estar decepcionado. Nuestro destino es como es y es mejor aceptar entonces imaginar que podría ser diferente. No merecemos más y eso es todo.
Me encontré con un hombre que era de unos cuarenta años. Después de terminar la escuela, se convirtió en empleado y se casó. Pronto los niños llegaron y la vida se pusieron difíciles. El dinero no era suficiente para tener una buena vida y la compra de una casa al mismo tiempo. Se establecieron como la mayor prioridad para comprar su propia casa, por lo que pidió prestado dinero del banco y empezar a luchar cada mes para pagar por ello. Mi amigo y su esposa cortaron todos los gastos de sus placeres; que estaban viviendo sólo para la familia. Pasaron los años y la casa fue pagado. Ahora que estaban teniendo su propia casa, los niños crecen y abandonan el hogar y el dinero convertido a ser suficiente para una vida mejor de los padres. Pero, en lugar de vivir su vida, que ponen el dinero en el banco y siguieron viviendo como antes. Le pregunté '¿Por qué?', Y él me dijo que no puede pasar por sí mismo. Se negó a sí mismo todo lo que durante tantos años y ahora no necesita nada. Él ya está acostumbrado a no tener y él simplemente no es necesario.
Esta es la forma en que matamos a nuestros sueños. Teniendo en cuenta que no nos merece el mejor pensamiento y que los sueños se hacen realidad sólo para los demás, desarrollamos malos hábitos de pensamiento, y cortamos la conexión con el Espíritu de todo que quiere que soñamos y lograr. Él siempre está dispuesto a ayudar si nos limitamos a pedir su ayuda.
Lo que tenemos que perder si soñamos y creemos en nuestros sueños? Y lo que tenemos que perder si no lo hacemos?