Sus miedos, ansiedades y otros problemas de tener lo mejor de usted y usted no sabe a dónde acudir en busca de ayuda. En algún momento se siente totalmente indefenso a medida que lucha cada día. Como laico y autor de un libro Managing miedo, hubo momentos en que mis temores tenían lo mejor de mí. Una de las cosas que he aprendido es que usted puede tener todo el dinero del mundo y ser conocido por muchas personas, pero cuando se llega a esto, nada de eso importa cuando se trata de hacer frente a sus miedos persistentes y ansiedades. La fama, el dinero y el éxito no le quitará sus miedos.
La única fuente que una persona debe utilizar como base en el manejo de sus miedos y ansiedades está usando Dios /Jesús como base para hacer frente a sus miedos. ¿Por qué? El poder de Dios es el poder que es más fuerte que sus miedos y ansiedades. Además, Dios ama a cada uno de nosotros y que es la única persona que tiene el poder de resolver todos nuestros problemas. Él le ayuda cuando se le pregunta a.
El primer paso debe hacer una persona para hacer frente a sus miedos es empezar a hablar y orar a Dios. Una persona puede ir a la iglesia oa un lugar tranquilo durante el día para decirle a Dios que están teniendo un problema. Deben decirle a Dios cómo se sienten y pedir a Dios un poco de su ayuda. Una persona también podría revisar la Biblia y leer algunos artículos sobre la confianza en Dios y luego aplicar estos conceptos en su vida. Cada día, una persona debe hacer un hábito de hablar a Dios y pedirle su ayuda.
Algunas personas piensan que las respuestas que Dios provee deben ser de naturaleza religiosa. Eso no es siempre el caso. Dios puede proporcionar las respuestas en una forma que podría no ser de naturaleza religiosa. Estas respuestas podrían implicar la psicología básica y técnicas cognitivas que se ocupa de cómo manejar el miedo y la ansiedad. El punto a recordar es que aunque una persona puede utilizar estos métodos de psicología, es importante usar a Dios /Jesús como el centro de todo en su vida y en su lucha.
Si tiene problemas, hable con un miembro del clero o un asesor profesional para ayudar a lidiar con sus miedos y ansiedades.
Como laico, me doy cuenta de que lo más importante es seguir orando y hablando con Dios. Hablar con Dios como si estuviera hablando con un amigo. Leer la Biblia y orar mucho. Sea persistente y estar abierto en las avenidas que Dios le ofrezca en la solución de su problema. No siempre es fácil, sin embargo Dios está en control y él le ayudará si se le pregunta.