Como me siento aquí y debate conmigo mismo por mi futuro, me pregunto cómo las cosas cambiaron para convertirse como lo son ahora. He estado en paro durante los últimos seis meses. Mientras que es inquietante, la única parte estresante de ello es el hecho de que nos estamos perdiendo la mitad de nuestros ingresos de los hogares. No estoy recibiendo beneficios de desempleo por lo que el único dinero que traen es lo que soy capaz de ganar en línea. Necesito conseguir un puesto de trabajo, sin embargo, me gusta estar en casa. Soy un maestro certificado; un cambio en mi carrera llamo en broma como mi crisis de mediana edad, pero mi tiempo estaba apagado. Usted ve, en el momento en que obtuve mis certificaciones en general Ed 4 - 8 grados y Educación Especial CE - 12 grado, el verano estaba llegando a los distritos de gama y de la escuela había hecho más o menos 95% de su contratación para el nuevo año escolar. Estoy cambiando carreras después de los 40, no es una tarea fácil.
Mi formación, durante los últimos 17 años ha estado en el campo de la justicia criminal que trabaja en libertad condicional o servicios de protección. Me gustó tanto y me mantuvo ocupado. Mis pensamientos no fueron a la enseñanza hasta que salí de mi último trabajo con los servicios de protección como un investigador. Pensé que era hora de trabajar con personas que no habían cometido ningún delito o han sido abusiva hacia los demás. Tal vez, sin embargo, no está pensado para que enseñe.
Realmente nunca he sido rechazado para cualquier trabajo He solicitado; uno o dos aquí y allá, claro, pero últimamente, cada entrevista como resultado la temida carta que da gracias por mi interés, pero no era mutuo. No, no estoy amargado por esos rechazos '' como he venido a llamar a ellos. Estoy, sin embargo, empezaba a pensar que tengo a mi "plan" todo mal.
Yo realmente creo que Dios tiene un plan para mí y tiene un trabajo que él quiere que trabaje; Por desgracia, ya no habla en voz alta, ni tampoco escribir en las paredes. A veces necesito algo más directo y he mirado las cartas anteriormente mencionadas como rechazos de mis capacidades, habilidades y persona. En las primeras horas de la mañana, contemplando mi próximo paso, me pregunto si Dios está tratando de decirme que él no quiere que yo cambie mi profesión. Tal vez Dios está siendo directa y estoy demasiado ocupado tratando de averiguar mi plan que yo no veo "la escritura en la pared".
Dios nunca le ha dado la espalda a mí; Me y mis tiempos incontables de la familia ha protegido. Él ha provisto para nosotros y aunque hay facturas que no pueden pagar por el momento, tenemos nuestro hogar, el transporte, la comida y la familia. Algunas personas no tienen ni siquiera eso.
Así que, mientras estoy aquí sentado, pensando, me siento mejor acerca de mi situación actual. Nosotros no somos indigentes, y, finalmente, voy a solicitar la posición que Dios quiere para mí tener. Hasta entonces yo rogaré perdona mis preocupaciones y continúa bendiciendo nuestra familia.