Un equipo de investigadores de la Universidad de California y la Academia China de Ciencias Agrícolas han encontrado un cierto compuesto presente en las frutas y verduras como calabaza, sandía y pepino que pueden ayudar a tratar el cáncer y la diabetes. El estudio fue publicado en la revista Science. El uso de la genómica de alta tecnología, los investigadores han identificado los genes responsables de la intensa sabor amargo de los pepinos silvestres. El equipo es de la opinión de que los mismos compuestos también pueden ayudar a tratar el cáncer y la diabetes. Los expertos observaron específicamente cucurbitáceas silvestres que incluye pepino, calabaza, melón, sandía y calabaza. cucurbitáceas silvestres han sido utilizados por los indios y los chinos con fines medicinales. Se han utilizado desde hace más de mil años para tratar enfermedades relacionadas con el hígado. Los expertos intentaron en el estudio de la fruta y las hojas de cucurbitáceas silvestres para saber más acerca de un compuesto llamado cucurbitacinas que hace que la amargura de calabaza, pepino y otros alimentos de la misma familia. Cucurbitacinas se estudiaron además establecer que el compuesto es capaz de matar o suprimir el crecimiento de células cancerosas. Los científicos explican que la presencia de esta amargura como un elemento de ayuda a proteger las plantas silvestres contra sus depredadores. William Lucas, de la Universidad de California, Davis, sanwen Huang en la Academia China de Ciencias Agrícolas y su equipo emplean lo último en la tecnología de secuenciación de ADN para identificar los cambios exactos en el ADN asociadas con amargura. Esencialmente, se conoce la amargura para ser controlado por dos rasgos genéticos,
Bi
que confiere amargor en toda la planta y
Bt
, lo que conduce a un fruto amargo. El equipo fue capaz de identificar nueve genes que estaban involucrados en la toma de cucurbitacina. Se encontró que los dos rasgos de amargura - Bi y BT - podrían atribuirse a dos factores de transcripción que activan estos nueve genes para producir cucurbitacina. La investigación también arroja luz sobre cómo la domesticación ajustado genética de pepino para hacer la fruta más comestible y menos amargo. La comprensión de este proceso podría ayudar en el desarrollo de otros cultivos de alimentos que son naturalmente ya sea comestible o pobres en nutrientes. Esto ayudará a los científicos a producir cucurbitacinas en grandes cantidades a utilizar en los ensayos clínicos y, potencialmente, en la medicina.
Las aportaciones de PTI