La retinopatía diabética se caracteriza por el daño a la retina. Esta condición es común en personas con diabetes crónica. El artículo proporciona información acerca de los síntomas y tipos de esta condición.
La diabetes es una médica que se caracteriza por los niveles de azúcar en la sangre, llamada hiperglucemia. Se produce debido a una producción insuficiente de la hormona insulina por el páncreas o la reducción de la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina. Esta condición puede dar lugar a complicaciones graves, como daño en los nervios, insuficiencia renal, enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos, problemas en los pies, y problemas en los ojos. La retinopatía diabética es una de las complicaciones graves de la diabetes que afecta a los ojos.
Los diabéticos tienen un riesgo mayor de desarrollar ciertos problemas oculares tales como cataratas, glaucoma y retinopatía. La retinopatía es una de las complicaciones más comunes de la diabetes, que se produce en las personas afectadas por la diabetes crónica. Esto ocurre debido al daño de los vasos sanguíneos de los tejidos sensibles a la luz en la retina y puede ocurrir en personas con diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2. En algunos casos, puede haber inflamación de los vasos sanguíneos y la secreción de líquido en el ojo. En otros casos, puede haber un crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en la superficie de la retina. Inicialmente, esto provoca anomalías en la visión, y si se deja sin tratamiento, puede conducir a la pérdida de la visión. El Instituto Nacional del Ojo ha informado de que alrededor del 45% de los adultos con diabetes en los Estados Unidos sufren de algún grado de retinopatía y es una de las principales causas de ceguera en los Estados Unidos.
Tipos
Hay dos tipos principales de diabetes: la retinopatía proliferativa y no proliferativa. Mientras que el primero es la forma temprana y leve de la enfermedad, que puede causar visión borrosa, esta última es la etapa avanzada y más grave de la enfermedad que puede causar la pérdida de la visión y la cicatrización de la retina.
etapas
Esta condición se clasifica en cuatro etapas, dependiendo de la gravedad de la afección. Mild retinopatía no proliferativa, que es la etapa más temprana de la enfermedad. Provoca pequeña inflamación, que parecen (microaneurismas) en los vasos sanguíneos de la retina. retinopatía no proliferativa moderada, es la forma en que algunos de los vasos sanguíneos de la retina consiguen bloqueados. retinopatía no proliferativa es causada debido a la obstrucción de los vasos sanguíneos que suministran sangre a la retina. En la última etapa, que es la retinopatía proliferativa, el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos se activa a lo largo de la retina. Dado que estos nuevos vasos sanguíneos son frágiles y anormales, que pueden romperse y causar hemorragias en la retina, resultando en hemorragias. Las proteínas pueden tener fugas de estos vasos sanguíneos, lo que lleva a la inflamación de la retina (edema), que a su vez puede causar pérdida de visión y ceguera.
Factores de Riesgo
Las personas con diabetes severa para un período más largo de tiempo están en un mayor riesgo. El mal control de la diabetes, niveles altos de colesterol, presión arterial alta, y el tabaquismo son los factores de riesgo para la neuropatía diabética (daño a los nervios debido a la diabetes). Además, las mujeres embarazadas con diabetes tienen un riesgo mayor de desarrollar esta condición.
Los síntomas
Muchas veces, no hay síntomas visibles para las primeras etapas de esta condición. Sin embargo, en la etapa avanzada de la enfermedad, los síntomas como manchas flotantes, rayas oscuras o una película de color rojo que bloquea la visión, y las sombras o áreas de visión faltantes pueden ser observados. Además, visión borrosa, mala visión nocturna, pérdida de visión y son indicativos de esta condición. En algunos casos, el crecimiento anormal de nuevos vasos sanguíneos puede dar lugar a algunas complicaciones graves, como, hemorragia vítrea, desprendimiento de retina, glaucoma y ceguera. Tanto los ojos pueden ser afectadas por esta condición.
Diagnóstico
Tan pronto como los primeros síntomas de esta afección ocular comenzarán a aparecer, ayuda de un ojo-especialista debe ser buscado. La condición puede ser diagnosticada mediante la realización de un examen de los ojos con dilatación. La prueba se realiza mediante la dilatación de las pupilas usando gotas para los ojos, y luego examinar la retina. El médico verifica ningún vasos sanguíneos anormales, el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y los tejidos de la cicatriz. Además, el médico busca los signos de daño a los tejidos nerviosos, hinchazón, sangrado o depósitos de grasa en la retina, hemorragia vítrea en (sustancia transparente y gelatinosa que llena el centro del ojo), y desprendimiento de retina. Algunas otras pruebas como la fotografía de la retina, también llamado angiografía con fluoresceína y tomografía de coherencia óptica (OCT) pueden llevarse a cabo para el diagnóstico de esta condición.
Tratamiento
El tratamiento para esta condición de ojo depende del tipo y la gravedad de la condición. El daño causado a la retina es irreversible, por lo tanto, el tratamiento está dirigido a prevenir el empeoramiento de la enfermedad, evitando así daños mayores. Aunque, no se requiere tratamiento para la retinopatía no proliferativa, el tratamiento con láser puede administrarse en algunos casos.
En el caso de la retinopatía proliferativa avanzada, podría ser necesario un tratamiento quirúrgico precoz. Hay varias otras opciones de tratamiento disponibles, tales como el tratamiento focal con láser, el tratamiento de fotocoagulación retiniana y de vitrectomía. Dado que la diabetes es una enfermedad de larga duración, las cirugías no proporcionan tratamiento permanente, que sólo ralentizan la progresión de la enfermedad. Dado que existe la posibilidad de un mayor daño en la retina y la pérdida de visión en personas con diabetes, es recomendable ir para chequeos regulares de los ojos, incluso después del tratamiento.
La única manera de prevenir esta enfermedad es mantener la diabetes bajo control, optar por una dieta apropiada, y seguir un régimen de ejercicios. Además, la presión arterial y los niveles de colesterol deben mantenerse bajo control con la ayuda de una dieta nutritiva y un régimen de ejercicio regular. Cualquier cambio o anormalidad en la visión debe ser reportado inmediatamente a un oftalmólogo
exención de responsabilidad
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La información proporcionada en este artículo es sólo para educar al lector. No se pretende ser un sustituto de consejo de un médico experto.