La diabetes gestacional afecta a aproximadamente el 3 al 5 por ciento de todas las mujeres embarazadas en los Estados Unidos. Este artículo se ocupa de cuestiones tales como la dieta, el ejercicio, el nivel de azúcar en la sangre y la atención médica general de las mujeres con diabetes gestacional. La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo utiliza los alimentos mal. El cuerpo obtiene su energía primaria a partir de glucosa o de una descomposición de los carbohidratos complejos, tales como almidones. Una vez que el azúcar y los almidones son digeridos, entran en el torrente sanguíneo en forma de glucosa. La insulina ayuda al cuerpo a obtener la glucosa de la sangre a los músculos y otros tejidos del cuerpo. El páncreas es donde se fabrica la insulina. La glucosa no puede entrar en las células del cuerpo sin insulina. En su lugar, la glucosa se acumula en la sangre y se excreta en la orina a través de los riñones. Las mujeres con diabetes gestacional tienen un montón de insulina. El problema es que la insulina es bloqueada en parte por hormonas producidas en la placenta. Esto se llama resistencia a la insulina. En las mujeres sin diabetes gestacional, el páncreas produce suficiente insulina para superar la resistencia a la insulina. Pero cuando el páncreas produce toda la insulina que puede y que todavía no puede superar el efecto de las hormonas de la placenta, esa mujer tiene diabetes gestacional. Los factores asociados con un mayor riesgo de diabetes gestacional son la obesidad, la diabetes en la familia, una muerte fetal, o un niño con un defecto de nacimiento. Los estudios han demostrado que las mujeres mayores de 25 también están en mayor riesgo. El Consejo de la diabetes en el embarazo recomienda que todas las mujeres embarazadas sean revisados por esta enfermedad. Uno de los métodos de detección más comunes es la prueba de glucosa de 50 gramos. La clave para la prevención de complicaciones es el control de los niveles de azúcar en la sangre inmediatamente después del diagnóstico de diabetes gestacional. Un hecho reconfortante es que la diabetes gestacional no causa defectos de nacimiento. Sin embargo, muchos bebés nacen mucho más grande que el promedio. El bebé puede crecer demasiado grande para un parto vaginal y es necesario un parto por cesárea. En algunos casos, el bebé nace con la hipoglucemia. En este caso, el bebé se le suministra glucosa por vía intravenosa. Estos dos ejemplos son controlables y evitables. La clave es el control cuidadoso de los niveles de azúcar en la sangre en la madre inmediatamente después del diagnóstico de diabetes gestacional. Un componente importante en el cuidado de la diabetes gestacional es una dieta estricta. Hay una gran variedad de literatura que detalla las pautas dietéticas para las mujeres con diabetes gestacional. Su profesional de la salud le enseñará cómo medir su nivel de glucosa en la sangre en casa. Además, es posible que tenga que comprobar su orina para detectar cetonas (estos son los subproductos de la descomposición de la grasa). Las cetonas se pueden encontrar en la sangre y en la orina como resultado de la insulina inadecuada. Es muy poco probable que el bebé va a tener diabetes. Sin embargo, el niño puede estar en riesgo de la diabetes tipo II. También se pueden presentar otros problemas como la hipoglucemia y la ictericia. Es más que probable, la diabetes gestacional desaparece inmediatamente después del parto. Sin embargo, estas mujeres están en riesgo de desarrollarla en futuros embarazos. Asegúrese de tener las pruebas de detección durante los embarazos posteriores en el primer trimestre.