melocotones y ciruelas tienen compuestos bioactivos que pueden combatir la diabetes relacionada con la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, según un nuevo estudio. El estudio demostró que los compuestos de tales frutos podrían ser un arma contra el "síndrome metabólico", en el que la obesidad y la inflamación de plomo a problemas de salud graves, según Luis Cisneros-Zevallos, Texas AgriLife Research científico de alimentos. "En los últimos años, la obesidad se ha convertido en una preocupación importante en la sociedad, debido a los problemas de salud asociados a ella", dijo Cisneros-Zevallos, también profesor asociado de la Universidad de Texas A & amp; M University. "En los EE.UU., las estadísticas muestran que alrededor del 30 por ciento de la población tiene sobrepeso u obesidad, y estos casos están aumentando cada año en números alarmantes", agregó Cisneros-Zevallos, según un comunicado de Texas. Si bien reconoció que el estilo de vida, la predisposición genética y la dieta juegan un papel importante en la propia tendencia a la obesidad ", la principal preocupación acerca de la obesidad es la enfermedad asociada conocida como síndrome metabólico". "Nuestros estudios han demostrado que las frutas de hueso - melocotones, ciruelas y nectarinas - Disponer de compuestos bioactivos que potencialmente pueden luchar contra el síndrome," dijo Cisneros-Zevallos. "Nuestro trabajo indica que los compuestos fenólicos presentes en estas frutas tienen propiedades anti-obesidad, anti-inflamatorias y anti-diabéticos en diferentes líneas celulares y también pueden reducir la oxidación del colesterol malo LDL que se asocia con la enfermedad cardiovascular." Lo que es único de estos frutos, dijo, es que su mezcla de los compuestos bioactivos trabajar simultáneamente dentro de los diferentes componentes de la enfermedad. "Nuestro trabajo demuestra que los cuatro principales grupos fenólicos - antocianinas, ácidos clorogénico, derivados de la quercetina y catequinas - trabajo en diferentes células - células de grasa, macrófagos y células endoteliales vasculares", explicó. "Ellos modulan diferentes expresiones de genes y proteínas, dependiendo del tipo de compuesto." "Sin embargo, al mismo tiempo, todos ellos están trabajando simultáneamente en diferentes frentes contra los componentes de la enfermedad, como la obesidad, la inflamación, la diabetes y la enfermedad cardiovascular", explicó. Estos resultados se han presentado en la Sociedad Química Americana en Filadelfia en agosto.