La harina de avena ha sido durante mucho tiempo uno de los cereales para el desayuno ampliamente utilizados. Es una excelente comida baja en calorías. Una taza proporciona alrededor de 150 calorías. Es un cereal muy bien considerado por su contenido rico en minerales. La avena contiene altos niveles de calcio, fósforo, potasio y magnesio. También contienen hierro, manganeso y zinc, así como otros minerales. El cereal es también muy rica en fibra dietética. La avena tiene varios beneficios para la salud.
Reduce los niveles de colesterol
La avena es muy recomendable para las personas con diabetes o enfermedades del corazón. El alimento contiene beta-glucanos, una fibra especial que ayuda a disminuir los niveles de colesterol en la sangre. La fibra se rompe mientras está en tránsito en el tracto digestivo. Se forma un gel que capta algunas de las sustancias que conducen a la formación de colesterol. Esto reduce la cantidad de colesterol formado en el torrente sanguíneo. Los estudios han demostrado que 3 gramos de fibra de avena, típicamente contenidas en un recipiente del cereal, puede reducir el colesterol en un 10 a 25 por ciento. La avena es también una fuente rica de vitamina E. Contiene tocotrienoles que dificultan la formación de colesterol. Esto ayuda a disminuir el colesterol en la sangre.
Mejora la salud cardiovascular
La avena contiene antioxidantes que ayudan a proteger el colesterol bueno en la sangre. Los antioxidantes protegen el colesterol bueno de los efectos nocivos de los radicales libres. La avena también ayudan a los niveles de colesterol en sangre. Esto ayuda a prevenir la acumulación de placa en las arterias y también previene la formación de coágulos sanguíneos. Se promueve una mejor salud del corazón. La avena ayudan a estabilizar la presión arterial y prevenir la hipertensión. Esto reduce el factor de riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad coronaria.
Estabiliza azúcar en la sangre
La avena contiene altas cantidades de fibra soluble e insoluble. La fibra soluble reduce la tasa de la digestión del almidón. Esto ayuda a evitar subidas bruscas de azúcar en la sangre que resultan de la ingestión de la comida, y ayuda a difundir los aumentos de azúcar en la sangre durante un tiempo mayor. La harina de avena puede ayudar a los diabéticos a controlar sus niveles de azúcar e insulina en la sangre. Esto ayuda a prevenir las complicaciones relacionadas con la diabetes.
Control de Peso
Una vez consumido, la fibra soluble en la avena hace que se sienta lleno por un período de tiempo más largo. Se forma un gel que aumenta la viscosidad de los contenidos en el estómago y el intestino delgado. El gel prolonga el tiempo que tarda el estómago para vaciarse. El cereal también ayuda a estabilizar el azúcar en la sangre. Esto reduce la necesidad de picar alto de azúcar, artículos de alto contenido de carbohidratos en el transcurso del día. La investigación ha demostrado que los niños que consumen regularmente harina de avena tienen un menor riesgo de obesidad.
Lucha contra el Cáncer
Varios fitoquímicos en la avena ayudan a reducir el riesgo de cáncer de próstata, de mama y de ovario. Los estudios han demostrado que un mayor consumo de fibra dietética en consecuencia los niveles más bajos de estrógeno en circulación para las mujeres. Esto reduce el riesgo de cáncer de mama. La fibra insoluble también ataca ciertos carcinógenos en el tracto digestivo y reduce su toxicidad. Esto hace que sea un agente útil en la lucha contra el cáncer.
Defecaciones
La fibra dietética alta en la avena contribuye a la función intestinal saludable. La fibra insoluble ayuda a hacer que las heces más pesado. Esto acelera el tránsito a través del intestino. Ayuda a eliminar el estreñimiento, y evita que las pilas que son causadas principalmente por el estreñimiento crónico.