He nunca le gustó el pescado. De hecho, aparte de atún, mezclado con mayonesa y cebolla picada, yo diría que tengo miedo de los peces. Una vez fui un salvavidas en un lago y cada vez que tenía que ir en el agua, me gustaría mover los brazos y las piernas como si estuviera teniendo una convulsión sólo para mantener a los peces pequeños en el lago de distancia. De hecho, estoy miedo de toda la vida marina de la trucha en Goldfish, por lo que puedo imaginar mi respuesta cuando mi médico sugirió tomar aceite de pescado. Él me dio una copia de un artículo sobre el valor de Omega 3 de aceite de pescado pastillas para reducir el riesgo de ataques al corazón. Yo estaba impresionado y en la evaluación de tomar las píldoras de pescado versos del ataque al corazón, he elegido el ataque al corazón. En mi próxima visita, mi doctor me preguntó si había probado las pastillas de pescado y cuando Arrugué la nariz y sacudí la cabeza, produjo otro artículo que sugiere que hay una relación entre una reducción en el cáncer y las pastillas de pescado. Aún así he elegido el cáncer.
A continuación sugirió que el aceite de semilla de lino era una buena alternativa a las pastillas de pescado y que me proporcionarle los mismos ácidos grasos omega 3, que tan desesperadamente pensó que necesitaba. Había visto recientemente mi madre comiendo unas patatas fritas de semillas de lino, que más o menos cerrado la puerta a la opción de semilla de lino.
A continuación, puede imaginar mi alegría cuando leí recientemente que había poco para sugerir que Omega 3 ácidos grasos reducen el riesgo de un solo tipo de cáncer.
Si bien es cierto que los esquimales de Groenlandia, tenía una muy baja incidencia de enfermedad coronaria (supongo que comían mucho pescado), me llené de alegría al oír que los altos niveles de mercurio en los peces fueron descubiertos. El pez espada, tiburón y caballa tenían particularmente grandes cantidades de mercurio, sin embargo palitos de pescado no lo hicieron. Independientemente que había encontrado la evidencia que necesitaba y en futuras visitas al médico cada vez que se planteó la cuestión, me gustaría invocar los hallazgos de un estudio de la EPA ambiguo que apoyó mi creciente preocupación de tener envenenamiento por mercurio. En verdad, yo todavía no sé por qué en realidad el mercurio es malo para ti, sino como situada en el Folleto de Regulaciones de Pesca, si necesito más información, siempre puedo contactar a mi departamento de salud local.