Para los millones de personas que sufren de la enfermedad de Parkinson u otros trastornos del movimiento, un nuevo procedimiento está ofreciendo un alivio muy necesario a partir de estos temblores, rigidez y espasmos musculares dolorosos y debilitantes. El procedimiento, llamado estimulación cerebral profunda (DBS), es una cirugía en la que el doctor introduce un pequeño dispositivo que envía una señal eléctrica a una parte específica del cerebro. Al igual que un marcapasos cardíaco utiliza electricidad para regular un latido del corazón irregular, la estimulación profunda del cerebro utiliza electricidad para pasearse por la activación de las neuronas que controlan el movimiento.
Los trastornos del movimiento, al igual que muchas otras enfermedades cerebrales, cuando suceda compleja del cerebro circuitos de mal funcionamiento. Antes de la estimulación, los pacientes con enfermedad de Parkinson, el temblor esencial, la distonía y otros trastornos del movimiento tuvieron otra opción que depender de medicamentos para controlar sus síntomas, y en muchos casos los beneficios podrían disminuir con el tiempo. Ahora, la estimulación cerebral profunda está ofreciendo un mayor alivio de espasmos involuntarios, temblores, rigidez y alteraciones de la marcha, especialmente para los pacientes cuyos síntomas no responden a la medicación.
Tratamiento de la enfermedad de Parkinson
La estimulación cerebral profunda se introdujo por primera vez hace casi 15 años. En 1997, la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó el procedimiento para su uso en el control de los temblores, y en 2002 DBS fue aprobado para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, un trastorno caracterizado por temblores, rigidez y lentitud de movimiento que afecta a decenas de millones de personas en todo el mundo . Durante el procedimiento, un neurocirujano inserta un pequeño alambre a través de una incisión en el cráneo. La punta de alambre que lleva un electrodo se coloca en el área del cerebro que controla el movimiento. A continuación, el cirujano manipula el otro extremo del cable a conectar con el neuroestimulador un paquete de baterías del tamaño de un reloj de bolsillo que por lo general se implanta debajo de la piel cerca de la clavícula.
En la mayoría de los casos, la La cirugía tarda de 4 a 8 horas. Los pacientes suelen permanecer en el hospital durante dos noches y se recuperan totalmente en 4to y 6 semanas.
El neuroestimulador está diseñado para permanecer en el cuerpo de forma permanente, y los pacientes se someten a una cirugía menor cada tres a cinco años para reemplazar el baterías. Siempre que sea necesario, los médicos pueden hacer ajustes o incluso a su vez el neuroestimulador fuera desde fuera del cuerpo.