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19 Oct., el año 2000 (Washington) - un tratamiento láser que se está mostrando una gran promesa para los pacientes del corazón que no pueden someterse a los procedimientos tradicionales puede ser nada más que un placebo elaborado. El tratamiento, transmyocardial revascularización láser (TMR), se quema una serie de orificios o canales, en el corazón, en un esfuerzo para aliviar los fuertes dolores en el pecho asociado con la angina de pecho.
Nadie parece saber exactamente por qué TMR funcionaría en pacientes cuyos vasos sanguíneos están tan dañados que no pueden tolerar la cirugía de bypass o técnicas de inflado del globo.
Sin embargo, al menos una respuesta parcial puede estar en los resultados de un ensayo aparentemente único de 500 pacientes en 25 centros que recibieron ya sea el tratamiento con láser o un "procedimiento simulado." Este último llegó con un dispositivo de proyección de elaborados efectos visuales del corazón, así como la sedación profunda, y fue tan convincente que los pacientes no podían decir si consiguieron el tratamiento real o imitación.
Cuando los resultados fueron en el placebo funcionó tan bien como la cosa real. "No había absolutamente ninguna diferencia", dice el investigador principal, Martin Leon, MD, cardiólogo del Lenox Hill Heart and Vascular Institute en Nueva York. León hizo su presentación en la reunión internacional transcatéter Cardiovascular Therapeutics 2000 aquí esta semana.
cerca de 6.500 de los tratamientos con láser se han realizado aquí en los últimos dos años, y varios estudios han demostrado un beneficio. Sin embargo, los médicos, ya menudo los pacientes, sabían qué tratamiento se ha utilizado, dando lugar a un posible sesgo en la interpretación de los resultados.
para descartar el efecto placebo, León y sus colegas diseñaron lo que equivalía a una farsa elaborada técnica, incluso hasta el punto de llamar a los médicos para discutir la operación con láser frente a los pacientes que no estaban recibiendo la cirugía.
Seis meses después del estudio, los grupos de tratamiento y de placebo mostraron la misma cantidad de mejora en su capacidad para hacer ejercicio. En cuanto a la angina de pecho, los pacientes tenían "una mejora dramática", dice León, y el mismo nivel de mejora se observó en ambos grupos.
Si nada más, teniendo en cuenta lo enfermo estos pacientes eran, este es un hallazgo notable, según León.