Comer una dieta rica en grasas saturadas no puede aumentar su riesgo de enfermedades del corazón, según un nuevo estudio. Un científico de origen indio ha afirmado, desafiando las directrices médicas que instan a la población a evitar la grasa 'poco saludable'. Esta investigación encontró que el nivel actual de las pruebas no es compatible con las directrices que restringen el consumo de ácidos grasos saturados para reducir el riesgo coronario ni tampoco apoya el alto consumo de grasas poliinsaturadas - como el omega 3 u omega 6 - para reducir la enfermedad cardíaca coronaria. la colaboración internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Cambridge analizó estudios de cohortes y ensayos aleatorizados existentes en el riesgo coronario y la ingesta de ácidos grasos. Los investigadores también encontraron apoyo insuficiente a las directrices que abogan por el alto consumo de grasas poliinsaturadas (como los ácidos grasos omega 3 y omega 6) para reducir el riesgo de enfermedad coronaria. Cuando se examinaron los subtipos de ácidos grasos específicos (tales como diferentes tipos de ácidos grasos omega 3), los efectos de los ácidos grasos sobre el riesgo cardiovascular varía incluso dentro de la misma "familia" amplio - que cuestionan las pautas dietéticas existentes que se centran principalmente en la cantidad total de grasa desde saturado o insaturado en lugar de las fuentes de alimentos de ácido graso. Estos son resultados interesantes que potencialmente estimulan nuevas líneas de investigación científica y alientan cuidadosa reevaluación de nuestros guías nutricionales actuales, dijo el doctor Rajiv Chowdhury, autor principal de la investigación. "En 2008, más de 17 millones de personas murieron por causa cardiovascular a nivel mundial. Con tantos afectados por esta enfermedad, es fundamental contar con pautas de prevención adecuadas en las que hayan sido informados por la mejor evidencia científica disponible", dijo Chowdhury. Los investigadores analizaron los datos de 72 estudios únicos con más de 600.000 participantes de 18 naciones. Ellos encontraron que el ácido graso saturado total, ya sea medido en la dieta o en el torrente sanguíneo como un bio-marcador, no se asoció con el riesgo de enfermedad coronaria en los estudios. Del mismo modo, al analizar los estudios que incluyeron evaluaciones del consumo de ácidos grasos monoinsaturados totales, ácidos grasos omega-3 y omega-6 ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, no hubo asociaciones significativas entre el consumo y el riesgo cardiovascular. Los investigadores encontraron que los diferentes subtipos de ácidos omega-3 y omega-6 ácidos grasos de cadena larga en circulación tenían diferentes asociaciones con el riesgo coronario, con alguna evidencia de que los niveles de ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico (dos tipos principales de cadena larga grasos poliinsaturados omega-3 circulantes ácidos) y ácido araquidónico (una grasa omega-6) se asocian con cada menor riesgo coronario. El estudio fue publicado en la revista Annals of Internal Medicine.