Los cálculos renales son anormales, materiales duros, minerales cristalinos que se forman dentro de los riñones. Los cálculos renales también se conocen como los cálculos renales o litiasis renal. La condición de tener piedras en el tracto urinario se conoce como la urolitiasis, y si la piedra está presente en los uréteres se conoce como ureterolitiasis.
El tamaño de las piedras del riñón puede ser tan pequeños como granos de arena, las el tamaño de un guisante, una canica o incluso mayor. Las piedras pueden ser asintomáticas y pueden pasar fuera del cuerpo en la orina sin causar molestias o que pueden causar insoportable, calambres dolor en la ingle, la espalda baja o en el abdomen. Los cálculos renales pueden causar a menudo de sangre en la orina (hematuria).
Hay varios tipos de piedras en el riñón y el tipo de piedra formada depende del factor causal. Los cuatro tipos comunes de piedra son:
Los cálculos de calcio: Estos son el tipo más común de cálculo y tienden a ocurrir con más frecuencia en hombres que en mujeres. Aparecen sobre todo entre las edades de 20 y ndash; 30 y tienen una tendencia a reaparecer. El calcio precipita con otras sustancias tales como oxalato (la sustancia más común), fosfato o carbonato para formar piedras. Ciertos alimentos como las verduras de color verde oscuro, nueces y chocolates contienen alta cantidad de oxalato. El riesgo de formación de cálculos de oxalato de calcio se incrementa en el caso de las enfermedades del intestino delgado
Los cálculos de cistina:. Estos cálculos se forman en las personas que sufren de la cistinuria. Este trastorno tiende a carreras en las familias y ndash; así que si usted tiene cálculos de cistina, sus hijos también están en riesgo de desarrollar cálculos de cistina. Estas piedras pueden afectar tanto a hombres y mujeres
Los cálculos de estruvita:. Estas piedras se producen sobre todo en las mujeres con infección del tracto urinario. Las piedras tienden a ser muy grandes que pueden obstruir el riñón, uréter, vejiga o
cálculos de ácido úrico:. Estos se encuentran con más frecuencia en hombres que en mujeres. Las personas con gota o en la quimioterapia corren un mayor riesgo de desarrollar cálculos de ácido úrico.