13 de marzo de 2002 - Remicade se utiliza comúnmente para aliviar el dolor y la inflamación visto con la artritis reumatoide. Y ahora un nuevo estudio demuestra que puede proporcionar un alivio a largo plazo del dolor y la rigidez de otro grupo de trastornos de la articulación comunes que por lo general han sido difíciles de tratar.
Un nuevo estudio halló que el medicamento es seguro y eficaz en la reducción de los síntomas de un grupo de enfermedades inflamatorias que afectan a la columna vertebral, las articulaciones y los tendones asociados conocidas como espondiloartropatías.
Estas enfermedades afectan a alrededor del 1% de la población e incluyen espondilitis anquilosante, artritis psoriásica, enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, y una condición que causa una inflamación severa en el ojo (uveítis). Pueden afectar seriamente la calidad de vida y la movilidad de las personas que sufren de ellos. Y dependiendo de la condición exacta, pueden causar rigidez de la columna vertebral y la destrucción de las articulaciones de las caderas, las rodillas, las muñecas y los dedos.
Las opciones de tratamiento son limitadas para las personas con estos trastornos. Hasta hace poco tiempo, los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como ibuprofeno o Indocin, han sido el principal tratamiento - además de la terapia física y ejercicio. Sin embargo, los AINE no retrasan la progresión de la enfermedad. Las drogas tales como Azulfidine, Trexall, y Methotrex pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad.
Este nuevo estudio, publicado en la edición de marzo de
Annals of the Rheumatic Diseases
, confirma los resultados de estudios anteriores sobre la eficacia a largo plazo y la seguridad de la droga.
Entre 21 personas, los investigadores encontraron que aquellos tratados con Remicade experimentaron una mejoría significativa en los síntomas y la actividad de la enfermedad. Las mejoras se mantuvieron durante un año, mientras que los pacientes fueron re-tratados con una infusión de la droga cada 14 semanas.
Algunas personas tuvieron una recaída de sus síntomas a la espera de su siguiente dosis de Remicade. Pero los síntomas no regresaron al nivel de antes de Remicade. Esto sugiere que puede ser necesario un nuevo horario de dosificación.