La inhalación de amianto provoca cáncer de pulmón y pleura, como se ha demostrado en experimentos con animales y estudios epidemiológicos.
El mesotelioma maligno es un cáncer de las células mesoteliales, y afecta a la pleura y el peritoneo en el 80% y 20% de los casos, respectivamente. Por lo general ocurre en personas que han estado expuestos al amianto en su lugar de trabajo por lo menos 15 años antes del diagnóstico, aunque a veces la enfermedad se ha desarrollado en personas con muy poco que ninguno exposiciones. De hecho, la relación entre el mesotelioma maligno y la exposición al amianto fue descrita por primera vez en 1960 por Wagner y colegas de los mineros de crocidolita de Sudáfrica.
La incidencia de mesotelioma es conocido en los países donde existe un registro nacional de esta enfermedad. Por lo tanto, la cifra oscila entre los 14,2 y 2,5 casos por millón de hombres y mujeres, respectivamente, en los Estados Unidos, 66 y 7 por millón en Australia. En España, por ejemplo, no hay ningún registro de este tipo de enfermedades profesionales. En un estudio realizado en Cataluña entre 1983 y 1990, hubo una tasa de mortalidad atribuible del mesotelioma maligno por cada 100.000 casos de 0,83 y 0,47 en hombres y mujeres respectivamente. En los pacientes que viven en Barcelona y Cádiz con mesotelioma maligno, el 62% de los casos podría estar relacionado con la exposición laboral al amianto, mientras que el 38% restante podría ser debido a las exposiciones nacionales o ambientales. El hecho de que el mesotelioma puede ocurrir como resultado de la exposición ambiental al amianto es conocida, como se describe en las poblaciones que viven cerca de las minas de amianto en las zonas donde las casas estaban pintadas con pintura que contiene tremolita o en regiones con alta cantidad de silicato en el suelo.
aparece la fibra de estar asociado con este tumor son los anfíboles, mientras que el crisotilo, a pesar de ser las fibras más comúnmente se inhala, parece ser de peligro. En España, la serie publicada de mesotelioma maligno se concentran en las grandes ciudades, ya que, lógicamente, es donde hay una mayor exposición al amianto industrial. Los pacientes suelen presentar un derrame pleural persistente y una tomografía computarizada se utiliza para revelar lesiones pleurales que pueden conducir a un diagnóstico correcto de mesotelioma. Esto, sin embargo, requiere una biopsia pleural mediante toracoscopia que tiene un rendimiento superior al 90%.
El mesotelioma maligno progresa invariablemente a la muerte de los pacientes con una supervivencia media de 7 meses. Con la evidencia actual, ni la radioterapia ni quimioterapia ni la cirugía han mostrado alguna mejoría en el pronóstico de estos pacientes. Hoy en día los nuevos tratamientos están siendo probados, como la introducción de citoquinas intrapleural, teléfonos mesotelioma fotosensibilización o de terapia génica, sin resultados concluyentes hasta el momento. La participación de los pacientes diagnosticados en España en estudios de investigación de nuevas terapias requiere la cooperación entre los centros para estudiar un número suficiente de pacientes.