El asbesto es un mineral de silicato que se produce de forma natural y tiene el aspecto de cristales con fibras largas separables. Es inextinguible y flexible; por lo que llegó a ser ampliamente utilizado como aislante y otros productos que requieren resistencia al calor, baja conductividad a la electricidad, y la resistencia a la tracción. Es altamente tóxico y peligroso para la salud. La exposición prolongada al amianto puede causar a los individuos desarrollar enfermedades graves como el mesotelioma, asbestosis y cáncer de pulmón. Existe alguna evidencia que vincula la exposición al amianto a los cánceres de esófago, garganta, riñones, vesícula biliar, intestino y colon.
El mesotelioma es un tipo raro de cáncer a menudo causada por la prolongada y pesada la exposición al amianto. Asbestosis es un trastorno del sistema respiratorio caracterizado a menudo por las cicatrices en los tejidos del pulmón. El cáncer de pulmón es una enfermedad no es causada directamente por la inhalación de amianto pero puede ser agravada cuando se combina con el tabaquismo.
El asbesto no es una sustancia hecha por el hombre, pero un mineral natural que se encuentra en casi todos los continentes del mundo. Todavía se extrae en varios países como Canadá y Rusia. Otros países han prohibido completamente la extracción de amianto debido a sus efectos letales para los seres humanos
Antes de que el gobierno de Estados Unidos ha regulado el uso del amianto, el mineral ha sido ampliamente utilizado en productos comerciales como:. El aislamiento de edificios, pisos de vinilo, orillas de cemento, azulejos de techo, tejas, masilla, textiles y de freno. El amianto está presente en el medio ambiente a niveles muy bajos y se convierte en altamente peligrosa en niveles concentrados que se encuentran a menudo en el lugar de trabajo. Por lo tanto, los individuos que son propensos a sufrir de enfermedades graves causadas por el amianto están trabajando en ocupaciones de alto riesgo implicados en el siguiente: construcción y obras, la construcción naval, mecánica de automóviles, trabajos de demolición, albañilería seca, extinción de incendios, y los textiles. En estos días, la OSHA (Occupational Safety and Health Administration) asegura que los trabajadores están provistos de equipo de protección y máscaras para reducir el riesgo de exposición al amianto.
Los síntomas de las enfermedades relacionadas con el amianto suelen aparecer después de muchas décadas, alrededor de 30 a 50 años más o menos. Dependiendo de la extensión y el estado de la enfermedad, los síntomas pueden incluir: dolor en el pecho, hinchazón, tos, ronquera, dificultad para respirar, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga. Las personas que desarrollan cualquiera de estos síntomas y que tienen antecedentes de exposición al amianto deben buscar ayuda médica de inmediato.