Puede sonar como algo exótico, pero mesotelioma es una rara forma de cáncer. Se produce en la superficie exterior de los pulmones y por lo general se asocia con la exposición al amianto. Por lo tanto, a menudo se llama cáncer de pulmón asbesto. Ha habido unos pocos casos en los que se observó en personas que nunca habían estado expuestos al amianto. También se puede atribuir a la irradiación y la inhalación de ciertos silicatos fibrosos. Las células mesoteliales son células que rodean a todos nuestros órganos y es en éstas que se produce el cáncer de mesotelioma. Hay diferentes tipos de tipos de células: mesothlial epitelioide, sacromatoid y bifásicos. En caso de cáncer de uno o más de estos pueden estar presentes en diferentes combinaciones
. Células
epitheliod son las células de cáncer más común de los tres. Ellos representan hasta el 70% de las células en el mesotelioma maligno. Este tipo de célula tiene una apariencia en forma de cubos y como grupo que aparece en una disposición tubular y uniforme. las células del mesotelioma bifásicos son menos comunes, que representan hasta el 30% de las células del mesotelioma y son una combinación de los otros dos tipos. células bifásicas con frecuencia se producen cuando los otros dos tipos de células que ya están presentes en un tumor. La ocurrencia de sarcomatoide es en raras general. En algunos casos el mesotelioma también puede producirse a partir de células benignas y la no malignas. Esto es en general, aunque rara. Además, este tipo de cáncer de mesotelioma puede ser tratada quirúrgicamente.
Los síntomas varían de falta de aliento, tos y dolor de pecho. Estos ocurre debido a que el fluido acumulado en el espacio pleural de los pulmones. Otros síntomas incluyen fatiga, anemia, sibilancias, o sangre en el esputo o secreción expulsada de salida. Si se llega a un caso extremo, los tumores pueden estar presentes que pueden causar el colapso del pulmón. O extender el cáncer de otras partes del cuerpo. Los signos y síntomas suelen aparecer mucho tiempo después de la exposición real, típicamente de veinte a cincuenta años después de la exposición al amianto.