Diagnosis es un problema importante en el mesotelioma. Como todos los cánceres, el tratamiento es curativo sólo en las primeras etapas de la enfermedad. Más allá de cierto punto crítico, el tratamiento sólo es paliativo. Sin embargo, debido a la rareza del mesotelioma, a menudo se diagnostica erróneamente o se diagnostica en sus etapas más avanzadas.
Exposición previa
Aproximadamente todos los casos de mesotelioma han tenido al amianto. Por lo tanto, una revisión de la historia de la exposición del paciente al asbesto es un paso importante para el diagnóstico de la enfermedad. En circunstancias normales, un médico nunca diagnosticar el mesotelioma basado sólo en los síntomas de la enfermedad. Esto es porque todos los síntomas no son específicos, es decir, que se presenten en varias otras condiciones de salud, algunos de ellos no graves. El diagnóstico erróneo es un serio impedimento en el tratamiento del mesotelioma. Es la responsabilidad del paciente a revelar su exposición en el pasado al amianto con el fin de lograr un diagnóstico rápido.
En los casos de mesotelioma pleural, la primera herramienta de diagnóstico es generalmente la radiografía. Esto no detecta directamente los tumores. Más bien se detectan derrame pleural (es decir, la acumulación de líquido entre los pulmones y la pared torácica). Otros síntomas de la enfermedad son fisuras pulmonares, depósitos minerales y engrosamiento de la pleura. Las nuevas técnicas de imagen como la tomografía computarizada y la resonancia magnética son más eficientes en la determinación de la ubicación, el tamaño y el alcance de los tumores de mesotelioma. Las resonancias magnéticas dan indicación más o menos exacta de la cantidad de los tumores se han extendido. Tomografía por Emisión de Positrones (PET) es otra técnica nueva que utiliza cámaras y marcadores para identificar los cambios biológicos y detectar incluso muy pequeños tumores cancerosos.
Para confirmar su diagnóstico, el médico puede realizar una prueba llamada toracoscopia. Esto implica la inserción de un instrumento llamado toracoscopio en la pared del pecho (entre dos costillas), lo que permite al médico ver el interior de la cavidad torácica. En el caso de mesotelioma peritoneal, una laparoscopia se realiza. Esto implica el envío de una peritoneoscopio en una abertura hecha en el abdomen bajo anestesia local.
Cualquier tejido anormal observado en dichas pruebas se tomaron muestras (una pequeña pieza se corta). La muestra se observa bajo un microscopio para detectar la presencia de células cancerosas. Esto se conoce como biopsia y es la única herramienta de diagnóstico fiable para el mesotelioma. Las biopsias pueden ser de dos tipos: la biopsia abierta (se realiza con anestesia general y utilizando cirugía invasiva) y la biopsia con aguja (con anestesia local con cirugía mínima)
Si se ha confirmado la presencia de tejido canceroso en los pulmones,. es importante distinguir entre el cáncer de pulmón y mesotelioma. Esto se hace a través del examen de los ganglios linfáticos en un proceso llamado mediastinoscopia. Esto implica el envío de un tubo iluminado a través del cuello debajo del esternón y en el pecho. El sistema linfático es crucial en la lucha contra las infecciones y cánceres. El examen de los ganglios linfáticos revela si el cáncer ha progresado hasta el sistema linfático, en cuyo caso no es el mesotelioma.
La principal dificultad en el diagnóstico de mesotelioma es la alta latencia entre la contracción de la enfermedad y la primera síntomas. La mayoría de los pacientes han estado expuestos al amianto en su juventud sino que surgen los síntomas 30-40 años más tarde.