La mayoría de los quistes ováricos, a menudo descrito como quistes funcionales, no tendrán ningún impacto en la salud de la mujer y desaparecerán después de unos meses. Sin embargo, algunos quistes no se encogen o desaparecen con el tiempo y son más complejos. En tales casos la condición podría conducir a una variedad de síntomas, principalmente dolor extremo en la región pélvica. En consecuencia, la opción de eliminación de quistes de ovario es una elección sensata y necesaria.
Otros factores que pueden conducir a una decisión de retirar un quiste es si es canceroso. Se cree que las posibilidades de un quiste se vuelvan cancerosas a aumentar con la edad por lo que la edad tenga la mujer, más posibilidades de que la eliminación será necesario.
El estado del quiste ovárico se determinará a través una serie de pruebas, incluyendo un examen físico de los rayos X del abdomen y, posiblemente, o tomografías computarizadas. Las pruebas de sangre y orina también pueden llevarse a cabo.
La cirugía para la extirpación del quiste de ovario se divide en abierta y laparoscópica. El tipo de cirugía se determina en última instancia por el tipo o el tamaño del quiste. Sin embargo, en lo posible los deseos del paciente también son considerados por el cirujano.
La cirugía laparoscópica es a menudo una opción preferida, ya que es menos invasiva. Esto significa que hay menos tiempo de curación requerido después del procedimiento. Hay poca o ninguna cicatrización de largo plazo, que es otro problema para la mayoría de la gente.
Una pequeña incisión en el abdomen donde se encuentra el quiste ovárico. Un tubo delgado o laparoscopio se introduce a través de la incisión y proporciona al cirujano la visión y las herramientas para eliminar el quiste.
Si el quiste es grande, la cirugía abierta es generalmente la única opción. Esto requiere anestesia general y será un procedimiento más complicado. Se necesitará más tiempo para que la herida sane y el paciente para recuperarse de la operación.
Después de la cirugía la única otra consideración es si el quiste es canceroso. Aunque esto es poco probable, si es el caso, entonces se requiere otro tratamiento. Aparte de eso, el paciente debe volver a la normalidad en pocas semanas, dependiendo del tipo de cirugía realizada.