Cada año hay cerca de un millón de biopsias de próstata llevadas a cabo en los Estados Unidos solamente, de los cuales alrededor del 25 por ciento muestran la presencia de cáncer de próstata. Sin embargo, otro 25 por ciento de estas biopsias también producen resultados negativos falsos, lo que significa que una cuarta parte de los hombres sometidos a una biopsia de próstata están siendo despejado por la biopsia, a pesar del hecho de que de hecho tienen cáncer de próstata.
Estos resultados no hacen significa que hay algo mal con el procedimiento de la biopsia de próstata como una herramienta para identificar el cáncer de próstata, pero sí significa que hay una necesidad de identificar aquellos pacientes que, a pesar de devolver un resultado negativo, se encuentran en alto riesgo de cáncer de próstata y, por tanto, debe someterse a una segunda biopsia de seguimiento.
hasta ahora no ha habido una forma simple de identificar a los pacientes en riesgo, sin embargo, un estudio reciente de más de 500 pacientes que están siendo investigado por el cáncer de próstata puede ofrecer una solución.
Todos los hombres en el grupo de estudio había recibido previamente un resultado de la biopsia negativa y los investigadores encontraron que cuando observaron tanto el antígeno de un paciente prostático específico (PSA) y resultados de las pruebas ajustado esto para el tamaño de la glándula prostática que fueron capaces de identificar a aquellos pacientes que tenían más probabilidades de recibir un resultado positivo en una biopsia de seguimiento.
los investigadores también descubrieron que una puntuación Gleeson de 7 o más sugirió la presencia de un cáncer de próstata que amenaza la vida y la necesidad de una biopsia más. La puntuación Gleeson, que funciona en una escala entre 2 y 10, se deriva de un estudio microscópico de tejido de biopsia, con una puntuación baja indica un cáncer con un bajo riesgo de propagación y una puntuación más alta que indica un tipo de cáncer que es más probable que se propague .
una biopsia prostática es un procedimiento caro y uno que también puede ser muy preocupante para el paciente. También puede ser un procedimiento doloroso que puede ser acompañado de sangrado y los pacientes corren el riesgo de infección después de la biopsia. Por estas razones, es en interés de todos para identificar aquellos pacientes en los que una segunda biopsia es aconsejable y por reducir en la medida de lo posible el número de seguimiento de las biopsias innecesarias que se realiza cada año.