El tipo más común de cáncer de próstata es un adenocarcinoma, por lo tanto, la mayoría de los tratamientos están destinados al tratamiento de los adenocarcinomas. A pesar de que el cáncer no es un adenocarcinoma, un montón de las alternativas de tratamiento son similares. Dar a conocer a sí mismo con estas alternativas de tratamiento es un paso significativo en la decisión respecto a qué tratamiento para seleccionar.
Otros tipos de cáncer también podrían comenzar en la glándula prostática, incluyendo los sarcomas, carcinomas de células pequeñas y transitorias. Pero como estos otros tipos de cáncer de próstata son tan poco frecuentes, si usted sufre de cáncer de próstata de que es casi seguro que será un adenocarcinoma.
Es una forma de cáncer que se produce en las células de las glándulas. Casi todas las células en la glándula de la próstata son del tipo glandular, que indica que el adenocarcinoma es la forma más común de cáncer que ocurra en la próstata. El cáncer aparece cuando los genes de una célula se vuelven anormales (mutación), lo que lleva a la célula para desarrollar y ralentizar la función normal de un tejido.
Una vez que el cáncer se alcanza un tamaño particular, las células anormales pueden extenderse a otras áreas del cuerpo y dar lugar a tumores cancerosos a desarrollar. Este hecho es reconocido como metástasis. Si un tumor es capaz de extender a otras áreas del cuerpo como éste, se nombra maligno.
La técnica más simple de tratamiento para el adenocarcinoma de próstata es el cáncer de espera vigilante, ya que está en esencia ningún tratamiento. Con este procedimiento, usted y su médico está de acuerdo para monitorear el adenocarcinoma para el desarrollo o alteraciones. Sin embargo, si se observan alteraciones del desarrollo o, en este caso, con frecuencia es necesario un tratamiento más agresivo.