El agua, la luz del sol, y el calor son esenciales para la vida. Las personas requieren la frecuente exposición a la luz solar natural, con el fin de producir vitamina D, una vitamina esencial necesaria para el crecimiento y el desarrollo de los huesos y dientes sanos. En las últimas décadas, sin embargo, la luz del sol también ha sido implicado como causa de algunos tipos de cáncer de piel.
Si bien ambos tipos de rayos ultravioleta están asociados con el cáncer de piel, algunos cánceres de piel son causados por factores genéticos. De hecho, la investigación reciente ha indicado que la mutación de células anormales y los genes probablemente juegan un papel mucho más importante en el desarrollo de cáncer de piel que se creía en un principio.
Aunque cualquier persona puede desarrollar cáncer de piel, algunas personas están en mayor riesgo que otros. Aquellas personas que deberían preocuparse más acerca de la exposición al sol incluyen individuos con piel clara, los que viven en áreas que están cerca del ecuador, y los que gastan una cantidad significativa de tiempo al aire libre.
se han identificado tres tipos principales de cáncer de piel. Cada uno de éstos está asociado con una célula de piel particular. El primero de ellos es el llamado carcinoma de células basales, y comienza en las células basales de la piel. Las nueve décimas partes de todos los individuos con diagnóstico de cáncer de piel en los Estados Unidos tienen este tipo. Ya que crece lentamente y por lo general no se extiende, se considera que es la variedad menos grave con la que una persona puede ser diagnosticada.
El segundo tipo es más grave que el carcinoma de células basales, pero también es un melanoma. cáncer de células escamosas afecta a los queratinocitos, las células en la capa externa, o epidermis, de la piel. Este tipo se propaga en aproximadamente el tres por ciento de todos los pacientes, pero por lo general se extiende lentamente. Por lo tanto, a menudo puede ser diagnosticada y extirpar quirúrgicamente antes de que afecte a otros órganos del cuerpo.
existen algunos otros tipos de cáncer de piel no melanoma, pero son extremadamente raros. Menos de uno de cada 100 personas que se desarrolle un cáncer no melanoma se desarrollará uno de estos tipos. Estos cánceres incluyen el sarcoma de Kaposi, el carcinoma de células de Merkel, y el linfoma de células T de la piel.
El último tipo es más grave. El melanoma es un cáncer que se origina en los melanocitos, las células responsables de la producción de melanina. La cantidad de melanina presente en el tejido de la piel determina la claridad u oscuridad del color de la piel. El melanoma maligno puede propagarse rápidamente e invadir otros órganos vitales y tejidos del cuerpo. el diagnóstico y el tratamiento oportuno es crucial para una cura exitosa.
Cada uno de estos tipos de cáncer de piel es generalmente curable cuando se detecta y se trata a tiempo. Por esta razón, es muy importante tomar nota de los cambios en la piel, y que informe de inmediato a un médico tan pronto como se dio cuenta.